Virgilio

Su nombre completo es Publio Virgilio Marón y fue un poéta romano, estudió filosofía, matemáticas y retórica, y se interesó por la astrología, medicina, zoología y botánica. Se formó en las escuelas de Mantua, Cremona, Milán, Roma y Nápoles y se mantuvo siempre en contacto con los círculos culturales más notables, por ejemplo fue amigo del poéta Horacio y del emperador Augusto. La obra más importante que escribio fue la Eneida con el objetivo de otorgar a la historia de Roma un pasado épico y vincular su cultura con la griega, un dato curioso es que, tras once años redactando la obra, viajo por Asia Menor y Grecia donde se encontró con Augusto en Atenas. Regresó enfermo junto al emperador a Italia y cuando llegaron a Bríndisi le pidió a este que tras su muerte destruyera la Eneida, ya que considereba que no había alcanzado la perfección, a lo cual el emperador se negó.
Entre sus muchas obras destacamos la Eneida, las Geórgicas y las Bucólicas también conocidas como Églogas, de la cual el cristianismo se sirvió para vaticinar el nacimiento de Jesucristo, ya que en la Égloga IV se canta la llegada de un niño que traerá una nueva edad dorada a Roma.

La Eneida

La Eneida es una epopeya latina escrita por Virgilio en el siglo I a.C. por encargo del emperador Augusto con el fin de glorificar el Imperio atribuyéndole un origen mítico. La obra toma punto de partida en la guerra de Troya y la destrucción de esta ciudad, y tiene como objetivo presentar la fundación de Roma y mostrar como su pueblo desciende de bravos hombres descendientes de deidades que no temían enfrentar los peores peligros en sus viajes por el Mediterraneo. La Eneida esta compuesta por un total de doce libros pero se puede dividir en dos mitades, la primera parte consta desde el libro I hasta el libro VI y tiene una temática de viajes y aventuras, narrando las aventuras de Eneas y su pueblo desde la caida de Troya hasta la llegada a Italia, la segunda parte esta compuesta por el libro VIII hasta el libro XII y tiene una temática más bélica, comenzando por el asentamiento de Eneas en Italia luchando en diferentes contiendas y termina con la muerte de su rival Turno.

Eneas y Dido

Libro I: Virgilio anuncia el argumento de su obra e invoca a las Musas. Juno movida por su afición a Cartago y su odio hacia los troyanos, concita contra ellos en su navegación por el mar de Sicilia el furor de los vientos, desatados por Eolo. Se describe dicha tempestad y Neptuno la sosiega después de hablar con Venus. Tras perder algunas de sus naves, los troyanos arriban en las cosatas de África. Venus implora a Júpiter en favor de los troyanos y él la consuela, revelando el glorioso destino que aguarda a la descendendencia de su hijo Eneas. Venus, en figura de cazadora, se le aparece a su hijo para contarle la historia de Dido y, tras rodearle junto a su compañero Acates en una niebla, marchan hacia la ciudad de Cartago donde admiran sus obras entre las que encuentran las puertas del templo con gravados que narran los principales sucesos de la guerra de Troya, y dan con sus compañeros naufragados. En el templo Ilioneo refiere a Dido el desastre de Troya y le pide favor para los suyos que ella promete gustosamente. Eneas envia a Acates en busca de Ascanio y de los regalos que destina para la reina Dido. Venus, temerosa de lo que le podría ocurrir a Ascanio en Cartago por las asechanzas de Juno, se lo lleva dormido a su bosque de Idalia enviando bajo su figura a su hijo Cupido para que inflame de amor el corazón de la reina. Tras observar el festín que se va a llevar a cabo, Dido le pide a Eneas que narre sus viajes y aventuras.

Libro II: Eneas le cuenta a Dido el incendio de Troya y los horrores de la noche fatal en que, a los diez años de asedio, entraron los griegos a sangre y fuego validos por el colosal caballo, en cuyo vientre emboscó Ulises a sus más valientes capitanes, y que los troyanos engañados por el astuto Sinón, introdujeron en la ciudad. Tras aconsejar prudentemente a sus compatriotas, Laoconte y sus dos hijos mueren por dos serpientes. Penetra el caballo en Troya y tras llegar la noche, salen de su vientre los griegos y se desparraman por toda la ciudad causando estragos. La sombra de Héctor se le aparece en sueños a Eneas y le anuncia del desastre para posteriormente entregarle la estatua de Vesta y el fuego sagrado. Se observan diferentes acontecimientos como la muerte de Polites y de Priamo. Eneas se dispone a abandonar la ciudad pero se encuentra con Elena a quien desea inmolar, pero su madre Venus le aconseja salvar a su familia. Cuando regresa a su hogar su padre Anquises se niega abandonar su casa, pero tras un prodigio celeste, Eneas se lo lleva seguido de Ascanio y su esposa Creusa, quien se pierde en la confusión. Eneas regresa para buscar a su esposa pero su sombra se le aparece para anunciar que ya no existe y que salga de una vez de la ciudad y el héroe se encamina hacia las montañas.

Libro III: Refugiado Eneas en la ciudad de Antandro, al pie del monte Ida, con sus compañeros fugitivos de Troya, construye una armada en la cual se dirigirá a las costas de Tracia. Al llegar a su destino el alma de Polidoro se le aparecerá para contarle su lamentable final. Los troyanos prosiguen su viaje y llegan a la isla de Delos con el objetivo de consultar al oráculo de Febo, de allí pasan a Creta la cual abandonaran después de que una peste asolara el campamento, por consejos divinos Eneas pondrá rumbo a Italia. Llegan a las islas Strofadas y tienen un fatal encuentro con las arpías, provocando el vaticinio de la arpía Celeno. Llegan a Epiro donde Eneas encuentra a Adrómaca y a Eleno, que le predicen su futura grandeza y le aconsejan el rumbo que debe seguir y los peligros que debe evitar. Continuan su viaje y siguen las costas de Sicilia hasta llegar frente al Etna, donde rescatan al griego Aqueménides que fue abandonado por Ulises, este les cuenta las crueldades del ciclope Polifemo con quien tendrán un encontronazo después. Siguiendo los consejos de Eleno evitan los escollos de Scila y Caribdis dando un rodeo. Llegan los troyanos al puerto de Drepani donde muere Anquises. Una tempestad los arroja a la costa de África dando por terminado el relato de Eneas.

Libro IV: Perdidamente enamorada de Eneas, descubre Dido a su hermana Ana la pasión que la abrasa. Juno, decidida en apartar de Italia a los troyanos, hace las paces con Venus para concertar las bodas, a este fin la diosa suscita una tempestad durante una cacería, durante la cual Eneas y Dido se refujian en una cueva donde se consuma su himeneo, suceso que la Fama pregona por toda Libia. Iarbas, rey de los gétulos, enfurece e invoca a Júpiter haciendo que este envie a Mercurio para llevar a Eneas la orden de abandonar su residencia actual y dirigirse a Italia. Eneas prepara en secreto su partida pero termina siendo descubierto por Dido la cual le acosa con sus súplicas, acerbas reconvenciones y amenazas, pero al no lograr disuadirle, la reina decide quitarse la vida con la espada de Eneas en un aparente sacrificio para los dioses.

Libro V: Eneas se dirige a Italia pero vuelve a arribar en las costas de Sicilia por culpa de una tempestad, una vez aquí es acogido por el rey Acestes con quien celebra sacrificios y grandes juegos fúnebres en el sepulcro de su padre Anquises, habiendo competencia de regatas, carreras a pie, luchas con el cesto, tiro al blanco, carreras a caballo y simulacro de un combate de caballería donde participan tanto troyanos como sicilianos. Mientras tanto concitadas por Iris, bajo la figura de la anciana Beroe, las matronas troyanas intentan incendiar la armada para poner termino a sus peregrinaciones, destruyendo cuatro bajales y obligando a Júpiter a enviar un aguacero para poner fin al incendio. La sombra de Anquises se le aparece en sueño a Eneas y le aconseja dejar parte de su gente en Sicilia y se lleve a los más animosos a Italia, también le aconseja que vaya a visitar el oráculo de la Sibila de Cumas, la cual le conducirá a los campos Elíseos donde verá la larga serie de sus descendientes. Eneas funda la ciudad de Acesta para los troyanos que deja en Sicilia y se dirije a Italia favorecido por Neptuno a ruegos de Venus, aunque a cambio pierde a su fiel piloto Palinuro, quien en contra de su voluntad cae al mar vencido por el Sueño.

Libro VI: Eneas llega a la costa de Italia y se encamina a la cueva de la Sibila, tras escuchar su oráculo implora que ella lo conduzca a las mansiones infernales para ver a su padre Anquises. Eneas encuentra el cadáver de Miseno y le da sepultura, también descubre el ramo de oro que debe ofrecer a Proserpina y, acompañado de la Sibila baja a los infiernos. En la entrada del infierno encuentra la sombra de Palinuro quien le narra la historia de su muerte y le pide sepultura. Prosiguiendo su camino llegan a la laguna Estigia que cruzan en la barca de Caronte. La Sibila adormece a Cancerbero con una torta de miel y adormideras y llegan a los Campos llorosos, donde encuentran a Dido y a una multitud de guerreros muertos en la guerra de Troya, entre ellos Deifobo quien le cuenta a Eneas su lamentable historia. Se describe el Tartaro y algunos de los horribles tormentos de varios criminales. Llegan a los Campos Eliseos, morada de héroes y bienhechores de la humanidad, donde encuentra a su padre Anquises quien le explica el origen del mundo, los misterios de la otra vida y le revela los altos destinos reservados para sus descendientes. Se elogia de una forma admirable al joven Marcelo, yerno de Augusto, y Eneas sale de los infiernos por la puerta de marfil.

Libro VII: Eneas da sepultura a la nodriza Cayeta y, costeando las riberas de Italia, pasa junto a la isla de Circe y llega a la boca del Tíber, por el cual penetrara hasta llegar a la costa del Lacio, regido por el rey Latino. Se cumple el vaticinio de la arpía Celeno y reconoce que aquélla es la tierra que le destinan los Hados. Envía emisarios al rey Latino para pedirle alianza, por su parte Latino acoge con bondad las proposiciones de Eneas, le envia magnificos presentes y la mano de su hija Lavinia por consejo de los oráculos de su padre Fauno. Juno se irrita y acude a la infernal Alecto para que suscite discordias entre teucros y latinos con el fin de impedir las bodas, a las cuales también se opone la reina Amata, esposa de Latino, empeñada en casar a Lavinia con Turno, rey de los rútulos. Nace la discordia entre ambos pueblos tras la muerte de un hermoso ciervo de la pastora Silvia a manos de Ascanio durante una cacería, y causando en la primera refriega la muerte de Almón y Galeso.Por instigación de Juno toda esa parte de Italia se levanta contra los troyanos, pero Latino se niega a abrir el templo de Jano, Juno las abre declarando por fin la guerra. Se invocan a las Musas y se enumeran las fuerzas auxiliares de Turno, describiendo a sus principales caudillos y a la guerrera virgen Camila, reina de los volscos.

Libro VIII: Turno levanta en Laurento el pendón de la guerra y envía a pedir auxilio a los pueblos del Lacio. El dios del Tíber se le aparece en sueños a Eneas y le recuerda las profecias de Eleno, aconsejandole que solicite la alianza de Evandro, rey de los arcades, establecido en el monte Palatino, cuna de la futura Roma. Eneas es acogido en la ciudad de Evandro con paternal bondad, y le refiere el origen de las fiestas instituidas en honor de Alcides por la muerte dada a Caco en aquel sitio que juntos visitan, recordando la historia. Venus le pide a Vulcano armas para su hijo Eneas que al punto forjan los ciclopes bajo su mando. Eneas, aconsejado por Evandro, va acompañado por Palante, hijo del rey, a ponerse al frente de los tirrenos, rebelados contra su impío rey Micencio. Venus le entrega a su hijo Eneas las armas forjadas por Vulcano, que tienen esculpidas con divino arte las futuras grandezas romanas.

Libro IX: Aprovechando la ausencia de Eneas e instigado por Iris, Turno asedia a los troyanos y prende fuego a sus naves, las cuales son transformadas en ninfas del mar por Cibeles. Niso y Euríalo se ofrecen a llevar a Eneas nuevas del apretado trance en que se encuentran los suyos, para ello salen por la noche del campamento y penetran sigilosamente en el de los rútulos haciendo una gran matanza, pero terminan siendo descubiertos por la mañana por Volscente y terminan muriendo después de una heroica lucha de generosidad, donde ambos quieren sacrificarse para salvar al otro. Los troyanos al descubrir el destino de sus dos amigos se consternan, sentimiento que incrementa tras escuchar los lamentos de la madre de Euríalo. Turno aprovecha el momento para atacar por todos lados provocando un porfiadísimo combate en el que Ascanio hace sus primeras armas, dando muerte a Numano. Los gigantes Panten y Bitias abren la puerta que les esta confiada y arremeten a los sitiadores, ocasión que aprovecha turno para entrar por ellas causando terribles destrozos, pero termina siendo rechazado por la muchedumbre y se arroja al Tíber para salvarse en la otra orilla.

Libro X: Júpiter convoca el concilio de los dioses para tratar los asuntos de Italia, en él abogan Venus y Juno por sus protegidos y, viendo la imposibilidad de una avenencia, Júpiter decide declararse neutral y dejar al hado la suerte de la guerra. Los rútulos preparan un segundo ataque, pero en ese momento llega Eneas con un poderoso ejército y una escuadra de treinta bajeles tras haber recibido las noticias de las ninfas del mar que se encontró durante su travesía. Eneas desembarca y forma sus huestes en batalla, en la cual terminara muriendo Palante a manos de Turno, muerte que Eneas venga haciendo una matanza de rútulos. Juno consigue que Júpiter le de permiso para que saque a Turno del combate para librarle de la furia de Eneas, para ello lo engaña con una sombra del troyano haciendo que Turno lo persiga corriendo por tierra y con una balsa por mar, pensando que Eneas quiere huir, hasta que al llegar a la playa de Ardea se da cuenta de su error. Con la ausencia de Turno, Mecencio se pone al mando del ejército latino y hace grandes proezas, pero termina viendose forzado a retirarse tras ser herido por Eneas, quien poco después da muerte a su hijo Lauso y, tras enterarse de esto, Mecencio regresa a la contienda para terminar muerto a manos del troyano.

Libro XI: Después de consagrar a Marte las armas de Mecencio, Eneas envía con gran pompa a la corte de Evandro los despojos mortales de Palante. Llegan mensajeros del rey Latino pidiendo una tregua para enterrar a sus muertos que acepta Eneas. Evandro se lamenta por la perdida de su hijo Palante. Se celebran exequias por los guerreros muertos en el anterior combate. Vénulo y los demas embajadores regresan de su viaje para intentar formar alianza con Diomedes, propuesta que ha sido rechazada, con lo que descorazonado, el rey Latino reúne un gran consejo para discutir la paz o la guerra, en él se maltratan con palabras Drances y Turno. Llega la nueva de que Eneas marcha con su ejército a Laurento, lo que tras disolver el consejo, solo se piensa en defender la ciudad. Camila sale con su caballería de amazonas al encuentro de los troyanos para oponer resistencia, y Diana le cuenta a su ninfa Opis la historia de la amazona confiandole vengar la muerte de la virgen. Trábase la lid, y en ella muere tras grandes hazañas, Camila, a manos de una flecha lanzada a traición por el alevoso Arrunte, al cual insulta y da muerte la ninfa Opis. El ejército latino se dispersa aterrado por la muerte de la amazona por lo que acude Turno en su auxilio, llegando al campo de batalla casi al mismo tiempo que Eneas, pero la oscuridad de la noche impide a ambos ejércitos combatir, por lo que terminan acampando en sus respectivos reales.

Libro XII: Turno acepta el combate singular al que le desafía Eneas para terminar la guerra, y se ajustan solemnes pactos, en cuya virtud obtendra el vencedor la mano de Lavinia y el cetro de Lacio. Juno persuade a Iuturna para que rompa aquellos tratos, para ello suscita con un falso presagio para que Tolumnio dispare un dardo contra los troyanos, provocando una furiosa refriega donde sale herido Eneas. Aprovechando la ausencia del troyano, Turno provoca un gran estrago en las filas enemigas. Eneas sana gracias a unas hierbas que le envía su madre Venus y regresa al campo de batalla donde vanamente busca a Turno, ya que su hermana Iuturna, bajo la figura del auriga Metisco, aleja del combate al rútulo. Eneas se retira por esto y marcha hacia la ciudad para asaltarla. Desesperada, la reina Amata se ahorca en su palacio. Turno se decide por fin a medir sus armas con Eneas bajo tristísimos auspicios, y despues de un largo y terrible combate, sucumbre tras ser traspasado por la espada del héroe troyano, inmolado en honor a los manes de Palante.

Eneas salvando a su familia
Turno derrotado

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Mi nombre es David Martinez y soy un chico de 18 años que vive en Tudela, localizada en Navarra, España. Entre mis aficiones podemos encontrar la naturaleza, el baloncesto y la mitología entre otras muchas cosas siendo esta ultima la responsable de que haga esta página web, con la intención de dar a conocer las fascinantes historias y personajes que habitan en los libros, sin necesidad que haya mitos en ellos. Además de querer incentivar la lectura, otra mótivo por el cual he creado esta página es para conservar ciertos generos que he notado que están cayendo en el olvido.

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